UN DÍA EN CÓRDOBA
Hola, os voy a contar nuestro último día de vacaciones por el sur de la península. Elegimos como destino Córdoba, Ciudad Califal de la Medina Azahara y Patrimonio de la Unesco.
Cuando salimos del parque acuático que os contaba en el post anterior, nos dirigimos a Córdoba, allí hay un parking donde puedes pernoctar a dos minutos del centro y la tarifa no es cara, unos 12€ al día.


Aunque estábamos cansados, nos pudieron más las ganas de ver la zona antigua y perdernos por sus calles ¡qué maravilla!. Cenamos a una temperatura buenísima en la Taberna Casa Bravo donde nos atendieron genial y nos recomendaron platos realmente deliciosos como un típico salmorejo cordobés (no podía faltar), rabo de toro y para las peques unas croquetas que estaban riquísimas.
Un detalle curioso volviendo de noche al aparcamiento, las fachadas de los edificios están llenas de lagartijas, nos pareció muy divertido verlas corretear!.


Al día siguiente decidimos disfrutar de un típico desayuno cordobés y después de preguntar a un lugareño, nos dirigimos a un local llamado Roldan donde las peques fueron golosas y los adultos nos pusimos hasta las orejas de pan con aceite, tomate y jamón. Nos preguntaron si queríamos una ración de pan o media y nosotros que teníamos hambre dijimos que un pan para cada uno, nos lo comimos, ¡pero eran las cuatro de la tarde y no teníamos hambre!, mereció la pena, tenemos que volver!.


Después dimos un buen paseo para conocer todo el Barrio de la Judería. No llegamos a entrar en la Mezquita porque se nos acababan las vacaciones y había que coger la furgoneta para volver a Castro Urdiales (Cantabria), pero esta ciudad tiene un encanto especial, así que volveremos porque nos han quedado muchas cosas y lugares por ver y disfrutar.
Y hasta ahí las vacaciones de Junio de 2.018, seguiremos con otros viajes!
Cuando salimos del parque acuático que os contaba en el post anterior, nos dirigimos a Córdoba, allí hay un parking donde puedes pernoctar a dos minutos del centro y la tarifa no es cara, unos 12€ al día.

Aunque estábamos cansados, nos pudieron más las ganas de ver la zona antigua y perdernos por sus calles ¡qué maravilla!. Cenamos a una temperatura buenísima en la Taberna Casa Bravo donde nos atendieron genial y nos recomendaron platos realmente deliciosos como un típico salmorejo cordobés (no podía faltar), rabo de toro y para las peques unas croquetas que estaban riquísimas.
Un detalle curioso volviendo de noche al aparcamiento, las fachadas de los edificios están llenas de lagartijas, nos pareció muy divertido verlas corretear!.

Al día siguiente decidimos disfrutar de un típico desayuno cordobés y después de preguntar a un lugareño, nos dirigimos a un local llamado Roldan donde las peques fueron golosas y los adultos nos pusimos hasta las orejas de pan con aceite, tomate y jamón. Nos preguntaron si queríamos una ración de pan o media y nosotros que teníamos hambre dijimos que un pan para cada uno, nos lo comimos, ¡pero eran las cuatro de la tarde y no teníamos hambre!, mereció la pena, tenemos que volver!.


Después dimos un buen paseo para conocer todo el Barrio de la Judería. No llegamos a entrar en la Mezquita porque se nos acababan las vacaciones y había que coger la furgoneta para volver a Castro Urdiales (Cantabria), pero esta ciudad tiene un encanto especial, así que volveremos porque nos han quedado muchas cosas y lugares por ver y disfrutar.
Y hasta ahí las vacaciones de Junio de 2.018, seguiremos con otros viajes!
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